¿Cómo es vivir en una Passivhaus en Zahara de los Atunes de vacaciones?

🌿 REDACCIÓN · ESTEBAN GAMERO NUÑEZ, Arquitecto (Certified Passive House Designer)

Frente al faro Caraminal, en el cabo de Gracia de la costa gaditana de Atlanterra en la localidad de Zahara de los Atunes, se encuentra “passivhaus S40”, una vivienda unifamiliar llamada que tuve la suerte de proyectar y materializar hace pocos años.

Esta villa certificada Passivhaus, pionera en la provincia de Cádiz, que acredita estar en el top actual internacional en cuanto a eficiencia energética y confort se refiere, nos ha servido de estancia privilegiada unos días durante estas vacaciones de verano.

Cualquiera de estas villas, emplazadas en esta cala conocida como de los alemanes, ofrecen de partida ciertos atractivos para los sentidos más exigentes. La tranquilidad del entorno, las vistas al Atlántico, las puestas de sol, el sonido del mar por la noche,… Son algunos de estos atractivos con los que a priori se nos recibe en este idílico emplazamiento.

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🌿 FOTOGRAFÍAS: Esteban Gamero para ICONIC ECO MAGAZINE

La familia disfruta de una temperatura ideal y aire limpio

Pero habitar de continuo un espacio confortable en un cálido mes de julio, bajo unas condiciones óptimas de humedad, temperatura y calidad del aire, se convierte ya en una cuestión de máximos. Esto ha sido lo que precisamente nos ha ofrecido la villa Passivhaus S40.

Una vez desactivado el control domótico y recuperado el control manual del accionamiento de los protectores solares y del aire acondicionado de cada una de las estancias, toda la familia nos sentíamos capaces de propiciar unas condiciones fáciles de atender por la Passivhaus. Así, con el mínimo aporte necesario e indispensable de refrigeración activa, la casa se mantenía en una temperatura constante de entre 23 y 24,5 °C, según el termostato de cada una de las estancias de los integrantes de la familia. Lo normal era no necesitar del aire acondicionado durante la noche ni durante casi todo el día. En cualquier caso, los protectores solares jugaban un papel muy importante durante el día; los protectores fijos (porches…) durante todo el día; y los móviles (persianas motorizadas y estores) especialmente a mediodía y por la tarde.

La sensación especial de confort era percibida por todos, destacando la calidad del aire interior, renovado de manera constante, que aportaba un aire interior limpio y sin olores de ningún tipo. Seguramente por esa renovación constante del aire, la renovación del contenido de monóxido de carbono generado durante la noche nos permitía descansar de manera más sana y con mejor sueño.

Al final, el principio o principios físicos en los que descansa el estándar Passivhaus, saltan del Excel a la realidad de los sentidos. La acústica, la iluminación, el control solar, el consumo energético,… convergen en el confort de las personas que habitan la casa y en el bolsillo del propietario que la disfruta, cede o alquila.

Este artículo es sobre todo para los escépticos que, como yo en su día, cuestionaban las bondades del estándar Passivhaus en climas cálidos. Desde luego, no hay mejor manera de disipar dudas al respecto que con la experiencia de lo vivido, y desde aquí os invito a vivir esta experiencia vacacional en cualquier latitud y en cualquier época del año, ya sea en la latitud más al sur de Europa y en pleno mes de julio, como ha sido nuestro caso.

 

🌿 REDACCIÓN · ESTEBAN GAMERO NUÑEZ, Arquitecto (Certified Passive House Designer )
🌿 CONSTRUCCIÓN · CONSTRUCCIONES PERIÑAN
🌿 EMPRESA CERTIFICADORA · ENERGIEHAUS,  S.L

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